Presentación

Hoy comienzo a escribir este blog y como no sabía cuál debería ser el primer post, he decidido explicar lo que contaré aquí a partir de ahora. Utilizaré este blog para dar a conocer noticias relevantes y curiosidades en el sector de las telecomunicaciones y la tecnología, el emprendimiento y la creación de nuevas empresas, y generar un espacio de debate con vuestros comentarios donde podamos enriquecernos todos de compartir el conocimiento.

Espero mantener vuestra atención. Muchas gracias por leer mi primer post.

¿Qué es el «Big Data»?

Quien más o quien menos a oído el término «big data» en los últimos años y nos podemos hacer una idea de que es pero realmente ¿qué es el «big data? ¿debemos protegernos de él? ¿en qué nos puede ayudar?

El big data es la ciencia que trata el análisis de grandes volúmenes de datos. Por lo tanto el big data está formado por:

1. Información: es el conjunto de datos que forman la base de datos que se quiere analizar. No hay una cantidad específica de información a partir de la cual se considera big data. He puesto la información en primer lugar porque es necesario determinar cuál es la información absolutamente imprescindible para nuestro propósito. Como dice Ricardo Lop (minuto 12) que vende cuchillos por internet «¿vas a hablar con el kazajo? No, pues no le pidas el teléfono».

Para entender la importancia de una buena selección de datos, pongamos un ejemplo sencillo. Si generamos una base de datos con información del consumo eléctrico que hacemos en casa hay datos irrelevantes: es indiferente si usa bombillas de led o bombillas tradicionales porque la diferencia de consumo no es relevante para la producción de energía eléctrica. Sin embargo si es importante saber si tiene aire acondicionado o no, porque en los meses de verano se producirá un aumento importante del consumo y la alternativa, el ventilador, tiene unos niveles de consumo muy inferiores a los del aire acondicionado. Y si tienes una base de datos con millones de registros, añadir un dato significa añadir millones de datos al conjunto.

2. Sistemas: son los equipos electrónicos y software necesarios para procesar tal volumen de información. Lo he puesto en segundo lugar porque el sistema puede llegar a limitar la información a analizar.

3. Analistas: es el equipo de personas que determinan cuáles son los datos necesarios, determina los análisis que hay que realizar y consigue sacar conclusiones y dar coherencia a tanto dato. Afortunadamente nada ha sustituido al cerebro humano y es el alma del big data. Sin un buen analista los resultados pueden ser totalmente erróneos y sacar conclusiones equivocadas que no hagan tomar decisiones equivocadas.

4. Servicios: el resultado de todo lo anterior debe dar lugar a solucionar un problema o a mejorar la eficiencia de algún proceso, sino analizar por analizar no sirve de nada. Es muy importante saber cuál es el objetivo que buscamos con el big data y tenerlo presente en todo momento, porque podemos perdernos por el mar de datos que tenemos entre medias. Sin un objetivo claro podéis estar seguros de que acabaréis en un lugar diferente al esperado y con unas conclusiones que pueden echar por tierra el objetivo del proyecto.

¿Para qué se usa el big data? Últimamente salen noticias de proyectos de big data casi todos los días y es porque puede ser utilizado en casi todos los ámbitos de la sociedad. La última noticia que he leído ha sido un proyecto de movilidad en Zaragoza que utiliza los datos de las antenas de telefonía móvil para saber por donde se desplazan los ciudadanos, a que horas y en que cantidad. Con estos datos y un buen análisis es posible optimizar las rutas y frecuencias de los transportes públicos, el tiempo de los semáforos, donde colocar a los agentes de movilidad, etc. casi en tiempo real y mejorar la vida en las ciudades. El proyecto está desarrollado por Telefónica y su servicio Smart Steps, y sin duda contribuirá a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en Zaragoza.

¿Debemos tener miedo a que recopilen nuestros datos? Cuando recibimos un correo electrónico pidiéndonos los datos de acceso de nuestro banco, cuando recibimos un mensaje de una empresa que no conocemos pidiéndonos datos personales, cuando recibimos un correo mal redactado, etc. evidentemente en estos casos no hay que ceder nuestros datos. Pero no debemos preocuparnos cuando los datos son recogidos y agregados para utilizarlos de forma masiva. Y para quitarnos el miedo hay que ponerse en la situación, imagina que vas por Zaragoza y están recopilando tus datos de por donde circulas gracias a las antenas ¿crees que a alguien le puede interesar por donde vas tu personalmente? ¿o le resulta más interesante saber cuántos hacen una ruta como la tuya? Evidentemente nadie va a pararse a ver tus datos ¿para qué le pueden servir?, además que en este caso concreto los datos de las antenas no son suficientes para identificarte, porque no le aportan nada a su proyecto.

La cesión de nuestros datos como ocurría antes con las encuestas callejeras, sin ser datos de carácter personal, pueden contribuir a hacer de las ciudades un sitio mejor o a mejorar la eficiencia en la generación de energía eléctrica (debido a la dependencia de España de energía este es un proyecto muy relevante) sin poner en peligro nuestra privacidad. Hay miles de aplicaciones para hacer con el big data, aquí tenéis una noticia sobre lo interesante de realizar big data en los edificios para mejorar la eficiencia energética.